Eficiencia energética en la oficina: 6 consejos para crear espacios sostenibles

Si hablamos de récords históricos, este último año el precio de la luz se lleva la palma. Día tras día, ha sido el protagonista de los medios de comunicación, el quebradero de cabeza de las familias españolas y el motor para las políticas de energía renovable. 

Pero, aunque ha acaparado los focos desde finales de 2021, ha compartido su estrellato con la eficiencia energética. Se habla de los Smart Buildings, las Smart Homes, las Smart Grids. Opciones inteligentes para lograr la eficiencia energética en la oficina o en los hogares. En los edificios, en general.

Y es que, aunque el mes de abril ha comenzado con una bajada en el precio de la luz, apostar por la eficiencia energética sigue siendo la mejor opción. Según el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE), el precio medio de la electricidad en el mercado mayorista para el primer día del mes bajó un 6,11% con respecto a marzo, situándose en 224,75€.

Sin embargo, el precio sigue estando muy por encima de lo que se pagaba en 2021. Por eso, los expertos del sector recomiendan apostar por la energía renovable y modificar los hábitos de consumo, apuntando a las horas más baratas.  

Evolución anual del precio mayorista

De más a menos: los Smart Buildings

Integración. Esta es la clave de los Smart Buildings. La creación de estos edificios inteligentes empieza con la vinculación de sus principales sistemas: la iluminación, la calefacción, los contadores, los sensores. Y es esta conexión la que permite alcanzar la eficiencia en el consumo.

El primer paso, la integración. ¿El segundo? La recogida de datos. Gracias a sensores, microchips y softwares, los Smart Buildings recogen datos de sus ocupantes y su consumo. Y, estableciendo patrones, logran que los usuarios sean más productivos con la iluminación, la temperatura y la calidad del aire, entre otras variables. 

Gracias a los datos y al establecimiento de patrones, los Smart Buildings reducen el consumo de energía y optimizan el uso del espacio. Y lo hacen a través de tecnologías como el IoT (Internet de las cosas), la Inteligencia Artificial y distintos tipos de software. Estas soluciones tecnológicas, no solo controlan y optimizan el consumo, también automatizan sus funciones, apostando por el control remoto y centralizado. 

Smart Office: cómo conseguir la eficiencia energética en la oficina

Según la Comisión Europea, en 2020, el 40% del consumo de energía de las ciudades europeas provino de sus edificios. Los datos se refieren a los edificios, en general, pero, ¿qué hay de las oficinas? 

En plena pandemia, con las opciones de trabajo remoto, estos espacios cerraron sus puertas y, como consecuencia, redujeron su consumo energético. Sin embargo, ahora, la situación es bien distinta. No solo por la vuelta a las oficinas y la reactivación de este consumo, también por la subida del precio de la luz

Factura media mensual de la luz

Con picos de hasta 544,98 euros/MWh, el precio de la luz durante el mes de marzo también batió un récord histórico, según la OCU. Y, ante semejantes subidas, las empresas buscan soluciones eficientes, como las que proponemos desde Bookker, con mejoras en la eficiencia y la productividad superiores al 35%. 

El uso de tecnología para alcanzar la eficiencia

La eficiencia energética ha pasado de tendencia a requisito. Y, el uso de la tecnología en los espacios de trabajo es cada vez más común. Gestión, integración, automatización. ¿Cuáles son las tecnologías más demandadas para alcanzar la eficiencia energética en la oficina?

  • El control remoto: Además de contar con un mantenimiento predictivo y preventivo, las Smart Office apuestan por el uso del análisis de datos para establecer planes de acción. Así, en caso de necesidad, el personal de mantenimiento puede actuar con rapidez esté donde esté. 

  • La Inteligencia Artificial: Gracias a la personalización de los dispositivos, el registro de datos en tiempo real y el establecimiento de patrones de consumo, se consigue un ahorro de recursos y se alcanza la eficiencia energética en las oficinas. 

  • Y, como no, la Realidad Aumentada. Más allá del control de los sistemas o la posibilidad de activar alarmas y sensores, esta tecnología permite obtener datos en tiempo real sobre el uso de los espacios de trabajo. Y, gracias a estos datos, se puede realizar una gestión más eficiente de los mismos. 

6 consejos para lograr la eficiencia energética en la oficina

Más allá de la revisión de los contratos de suministros, para lograr la eficiencia energética, es necesario elaborar un plan concreto de actuaciones que contemple la iluminación, la climatización, los hábitos de consumo y la tecnología. ¿Qué aspectos se deben tener en cuenta? Empieza por estos seis:

  1. Cambia los hábitos de tu oficina. Pequeños gestos, como apagar el ordenador al terminar la jornada o las luces de una sala cuando no está en uso, ayudan a conseguir la eficiencia energética.
  2. La climatización es la responsable del 40% del consumo de energía en los espacios de trabajo. Por eso, su control es otro de los puntos clave para alcanzar tus objetivos.
  3. Aprovecha la luz natural para iluminar tu espacio y apuesta por las energías renovables
  4. Desenchufa tus dispositivos cuando no los estés utilizando. Aunque estén en reposo, consumen energía, es lo que se conoce como el consumo fantasma.
  5. Utiliza aplicaciones para controlar tu consumo energético. Mide el gasto de cada aparato y diseña un plan para ajustarlo.
  6. Apuesta por herramientas para la gestión eficiente de los espacios. Sin sensores ni necesidad de hardware, podrás lograr un extra de eficiencia energética. Por ejemplo, utilizando Realidad Aumentada. Así obtendrás un control de ocupación total y podrás adaptar el resto de sistemas de la oficina, como la iluminación o la climatización, al uso real que se esté haciendo de ésta.

Sostenibilidad y ahorro. El uso de tecnología para alcanzar la eficiencia energética en la oficina pasa por el estudio y el control del dato. La información en tiempo real es la gran aliada de la gestión de los espacios de trabajo. Permite hacer más eficientes los procesos y optimizar los recursos disponibles

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