¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el trabajo?

La inteligencia emocional es importante en el trabajo para que puedas percibir, comprender y gestionar tus emociones y las de los demás. Ser capaz de manejar las emociones te brinda la capacidad de guiar y ayudar a las personas, y puede ayudarte a ser más feliz y triunfar.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Este concepto comenzó a difundirse en 1995 gracias al psicólogo estadounidense Daniel Goleman, cuando la definió como “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”.  Y fue en 1998 cuando publicó el libro “Inteligencia Emocional en la Empresa”, y trasladó este concepto al mundo corporativo.

¿Por qué es importante la inteligencia emocional en el trabajo?

Goleman, en sus estudios, afirmó que, en un futuro, el coeficiente intelectual (CI) podrá ser sustituido por el coeficiente emocional (CE): un alto Coeficiente Emocional te ayuda a construir relaciones, reducir el estrés del equipo, calmar conflictos y mejorar la satisfacción laboral. La inteligencia emocional, por ello, es importante para todos los que quieren estar preparados para desarrollar una próspera carrera profesional.

Según Daniel Goleman, no es el cociente intelectual o las aptitudes técnicas, sino la inteligencia emocional (y sus 5 componentes) lo que permite a los mejores líderes maximizar su rendimiento y el de sus seguidores. Llegando a afirmar: “Se contrata a los directores por su intelecto y su pericia empresarial y se los despide por su falta de inteligencia emocional”. 

Componentes de la inteligencia emocional

Estos son los 5 elementos clave que Daniel Goleman otorga a la inteligencia emocional:

  1. Conciencia de uno mismo.
  2. Autorregulación.
  3. Automotivación.
  4. Empatía.
  5. Habilidades sociales.

Además, según explica, una persona como líder, cuanto mejor maneje cada una de estas áreas, mayor será su inteligencia emocional. Por lo tanto, veamos cada elemento con más detalle y examinemos cómo puedes crecer como líder.

Autoconciencia

Ser consciente de uno mismo cuando se está en una posición de liderazgo también significa tener una idea clara de nuestras fortalezas y debilidades, y comportarse con humildad.

Autorregulación

Los líderes que se regulan a sí mismos de manera efectiva rara vez atacan verbalmente a los demás, toman decisiones apresuradas o emocionales, estereotipan a las personas o comprometen sus valores. La autorregulación se trata de mantener el control.

Motivación

Los líderes automotivados trabajan hacia sus metas con determinación y tienen estándares extremadamente altos para la calidad de su trabajo.

Empatía

Para los líderes, tener empatía es fundamental para manejar un equipo u organización exitosos. Los líderes con empatía tienen la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, ayudan a desarrollarse a las personas de su equipo, desafían a quienes actúan de manera injusta, brindan comentarios constructivos y escuchan a quienes lo necesitan.

Si quieres ganarte el respeto y la lealtad de tu equipo, demuéstrales que te preocupas por ellos siendo empático.

Habilidades sociales

Los líderes que se desempeñan bien con las habilidades sociales de la inteligencia emocional son excelentes comunicadores. Están tan abiertos a escuchar tanto malas noticias como buenas noticias, y son expertos en lograr que su equipo les apoye y se entusiasme con cada nueva misión o proyecto.

Los líderes que poseen buenas habilidades sociales también son buenos para gestionar el cambio y resolver conflictos de manera diplomática. Rara vez están satisfechos con dejar las cosas como están. Pero no se sientan y hacen que los demás hagan el trabajo: dan el ejemplo con su propio comportamiento.

¿Qué sucede cuando hay poca inteligencia emocional en el trabajo?

Una baja inteligencia emocional puede causar una variedad de problemas en cualquier área de una empresa. Algunos de los problemas más comunes son:

  • Emociones negativas: Las personas se sienten abrumadas y controladas por una amplia gama de emociones negativas: ira, preocupación, vergüenza, decepción, miedo y culpa.
  • Percepciones negativas: Aquellos que experimentan emociones negativas a menudo tienen percepciones negativas. Pueden sentirse débiles, subestimados y/o impotentes.
  • Problemas de comportamiento: Las personas se vuelven incapaces de controlar las emociones negativas, lo que provoca problemas de comportamiento como arrebatos incontrolados y reacciones precipitadas.
  • Mala comunicación: La comunicación efectiva no existe. La inteligencia emocional baja a menudo da lugar a malentendidos.
  • Proactividad reducida: Los líderes y los trabajadores se vuelven menos proactivos cuando se enfrentan a las emociones, las decisiones y/o la productividad. 
  • Rendimiento inferior: Todos los factores anteriores dan como resultado un rendimiento individual y del equipo deficientes. Los empleados no trabajan tan rápido y es más probable que cometan errores críticos que ralenticen la producción.

Ejemplos de inteligencia emocional en el trabajo

Los líderes tienen una visión inquebrantable de lo que se debe hacer y no necesitan un impulso externo para lograr sus objetivos. Un gran líder es aquel que es capaz de perfilar el lugar de cada miembro del equipo en el esquema más amplio de las cosas. Y valoran el papel que juegan los subordinados para conducir a la organización hacia el éxito.

Puedes tomar medidas para convertirte en un gran líder cultivando cualidades como la visión, la motivación de los demás, la responsabilidad y las habilidades sociales.

El trabajo de un consultor es captar y evaluar de manera integral las situaciones, asesorar a las empresas y así llevarlas al éxito económico. En la industria de la consultoría, la interacción con los clientes requiere un alto nivel de comprensión y sensibilidad hacia las necesidades de éstos.

En la vida profesional, la inteligencia emocional desempeña un papel cada vez más importante y es una de las competencias clave para el éxito profesional. 


¿Estás preparado para fomentar la inteligencia emocional de tu empresa?


Compartir
Volver al blog