El uso racional del espacio de trabajo, clave para asegurar el bienestar psicosocial de los trabajadores

El 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental que según la definición de la OMS, es el "estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". Y el entorno laboral es uno de los ámbitos donde más se resiente la salud mental de los españoles. Casi la mitad (el 45%) sufre de estrés laboral, pero es que, bajando al detalle, las cifras se ven agravadas por la pandemia. El 67,58 % de la población activa en España presenta síntomas de ansiedad como nerviosismo, irritabilidad y tensión (presentes en el 86 % de los trabajadores); alteración del sueño (84,7 %); dolor de cabeza (68,8 %) y sensación de agobio (61,5 %), según un reciente estudio de Affor.


Especialmente común es el síndrome del ‘Burnout’, o del trabajador quemado, que surge por la exposición prolongada a situaciones de estrés por factores como una excesiva carga de trabajo, falta de motivación y reconocimiento y unos compañeros o un ambiente de trabajo tóxicos, entre otros. Circunstancias que se traducen en una sensación de cansancio tanto físico como emocional, de insatisfacción laboral y de pérdida de compromiso en relación con la empresa, así como en síntomas físicos como insomnio, malos hábitos de salud, dolores crónicos, etcétera. Síntomas que se agudizaron durante los confinamientos.

Una asignación eficiente y controlada de los espacios de trabajo es una de las mejores maneras de prevenir riesgos psicosociales.

Tecnología para una vuelta al trabajo segura física y mentalmente


Para prevenir que la vuelta a los espacios de trabajo tras la pandemia aumente ese riesgo de quemazón, es imprescindible que la vuelta sea ordenada, racional y atienda a criterios sanitarios y de prevención de riesgos psicosociales. Por ello, herramientas como Bookker, que permiten la asignación y reserva de puestos de trabajo en las empresas, entre otras funcionalidades, son imprescindibles.


Un funcionamiento sencillo que garantiza la gestión de los espacios según criterios de sostenibilidad y eficiencia. Cada empleado tiene acceso remoto a un perfil, donde editar su estado, acceder a reuniones virtuales, y gestionar la reserva de ubicaciones desde cualquier lugar. Tan fácil como solicitar el puesto desde el móvil y sin necesidad de que la empresa instale hardware de ninguna clase. Tan sencillo como imprimir unas etiquetas de realidad aumentada, mediante las cuales los trabajadores pueden conocer la disponibilidad de cada espacio.


"Antes de covid ya teníamos identificada una clara propuesta de valor basada en lograr eficiencias y significativos ahorros en real estate en las empresas,y con una clara mejora de la productividad de los equipos”, relata Miguel Ángel Orellana, CEO de Bookker. “Pero ahora va mucho más allá de optimizar costes, sino también de garantizar la salud y el bienestar de las personas, el activo más importante de cualquier empresa”. Una tarea para la que Bookker, ha resultado especialmente adecuada, por ello, y eso se nota en sus resultados, experimentado un crecimiento exponencial, ayudando a gestionar sus espacios a empresas en 15 países, como Danone, Telefónica, Banco Itaú, Claro, Oracle, ISS, CBRE..., entre otras, ayudándoles en la gestión de sus diferentes tipos de espacio: hotdesking, salas de reuniones, comedor, plazas de parking, escenarios de teletrabajo… Todo un logro, si tenemos en cuenta que Bookker nació a finales de 2018.


"El cambio cultural se gesta en las organizaciones, pero aterriza en el empleado", reflexiona José Luis Casal, CMO de Booker. "Si no gestionas bien ese cambio no se van a generar las eficiencias esperadas". Las herramientas de un nuevo paradigma híbrido, digital y conectado deben ser sencillas e intuitivas, para garantizar al mismo tiempo la eficiencia en los negocios y el bienestar de las personas.

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